Hoy nos despedíamos de Chipiona que nos ha acogido estos 4 días, tan intensos, que parece que fue hace un mes cuando nos fuimos; y es que no ha habido descanso: que si playa, que si visitas, museos, parques de atracciones, etc...
Nos levantamos temprano para aprovechar el máximo de tiempo en la playa. Algunos pasamos el máximo de tiempo en el agua, otros, preferimos jugar en la playa con las palas, balón, disco o a hacer castillos. El juego más divertido es enterrar a algún compañero en la arena.
Nos dio pena decir adiós a Chipiona, su playa, su monasterio y su faro.