Tras un período de dos años de catequesis de confirmación, ayer llegó el día de poder asistir a la ansiada celebración, que no estuvo exenta de dificultades y contratiempos, con cambios de fechas y sin poder contar con el coro de los padres al estar ingresado el director con un cólico nefrítico.
A pesar de todo, con el ánimo alegre y festivo y con una buena participación por parte de los confirmandos, los padrinos y las familias, pudimos celebrar con júbilo y alegría una de las efemérides importantes de nuestro colegio, que retoma la normalidad en asistencia y participación, con las debidas cautelas de mascarillas y espacios.
Para el colegio es un honor poder celebrar el sacramento de la confirmación, en esa apuesta de nuestros chicos por confirmar la fe, ya desde un estado adulto y personal, comprometiéndose a participar con la Iglesia en la transformación de nuestra sociedad, con esa savia nueva y rejuvenecedora que aportan los jóvenes con sus ganas, su impulso y su eterna novedad.
Felicitamos a los confirmandos, a sus profesores y catequistas y les esperamos en las próximas celebraciones pascuales en esa visión esperanzadora que nos ofrece el Cristo que muere y resucita para la salvación de todos.