Vivimos en el Barrio Cósmico de Winchester. Ellos dicen (los Winchesterianos de aquí) que está dentro del Campus de la Universidad pero tenemos serias dudas. Es como que vivimos fuera de la galaxia. De las clases y comedor al barrio hay un Kilómetro de constante subida, lo cual agradecemos porque nuestros chicos, de tanto subir y bajar, llegan reventados a la cama y duermen que da gusto. Pero se va notando en las piernas, el Martes subimos 8 veces y lo bajamos 8…haced la cuenta. Además, para entrar al Barrio Cósmico se pasa a través del único semáforo del mundo con botón para peatones que funciona. Increíble. Tu pulsas el botón y automáticamente se pone en rojo para los coches. ¡Cómo se nota que como salimos de la Galaxia tenemos preferencia!
Sin embargo, a medida que pasan los días le cogemos más cariño al barrio cósmico. Dos hileras de casas enfrentadas que confluyen en un paseo central donde las distintas nacionalidades se juntan al llegar y salir pareciendo reuniones de vecinos. De ventana a ventana, de una acera a la otra la frase más repetida es: Where are you from? (¿de donde sois?). Lo mejor es quedarse a escuchar las respuestas: Turquía, Portugal, Alemania, Italia, Omán, Arabia Saudí, España, Perú…. Parecemos los expatriados del Planeta Tierra viviendo todos juntos más allá de la galaxia. Si no fuera por el viaje interestelar que hay que hacer para comer esto sería fantástico.
Cada casita tiene 7 habitaciones distribuídas en dos pisos: cama, armario, lavabo, mesa estudio, mesilla… Cada piso tiene un WC y aparte una ducha. Para rematar cada pisito tiene una cocina gigante con 2 frigos, mesa, sillas, etc… La de reuniones y fiestuquis secretas que guardan estas cocinas. Nosotros tenemos 2 como cuartel general de sucesos y enfermos: la 33 y la 40, distribuídas entre los pisitos de “solteros/as” de nuestros galácticos Winchis.
Pero ahí no acaba todo. El barrio cósmico tiene un paseo cósmico y una plaza cósmica (los alumnos/as nuestras lo conoceran hoy…todavía no lo han visto). El paseo cósmico (Cosmic Walk) es un sendero al fondo del barrio que entre maleza te va llevando a través de unos dibujos gigantes que a su vez van representando la evolución del universo y nos hacen ver nuestra posición en el sistema solar (estamos muuuu lejos). Desde el Big Ban hasta la desaparición de los dinosaurios. Paseo cósmico altamente gratificante. Desde el paseo cósmico accedes a la plaza-jardín cósmica: en ella aparecen miles de símbolos de la evolución causada por el hombre en la tierra. Hay hasta un televisor viejo colgado de un árbol. Realmente precioso.
En resumen, no pòdían haber encontrado un sitio mejor fuera de la galaxia para alojar a nuestros chicos. Cada día que pasa las interacciones entre mundos son mayores. Nosotros, por ejemplo, tenemos ya 2 hijas adoptadas: Anna y Borka, italiana y húngara, que todas las noches se toman su vaso de leche con nosotros en el patio vecinal y comentan el día como los demás. Viva el Barrio Cósmico. A medida que pasen los días seguro que les da por celebrar las fiestas patronales (San Saturno) del Barrio Cósmico (esperemos no estar ya…jajaja).
Lo de la mañana me lo salto: desayuno, clases y comida… sin novedad. Por la tarde visitamos Salisbury, sus calles y su catedral. La catedral sigue siendo impresionante. Dicen los Salisburianos/as que en torno a esta catedral se inspira el famoso libro “Los pilares de la Tierra”; si, si , ese que todos habéis empezado alguna vez y pocos habéis terminado.Estoy seguro que viendo el impresionante porte de la catedral, sentados en el césped que la rodea, lo leeriais de una “atacada”.
Tras la catedral visitamos las calles tipo “cuento de Hansen y Grettel”, el monumento a la mantequilla (ya hablaremos de esto) y explicamos la naturaleza de las Tudor House´s a fin de que la profe de inglés cuando volvamos no nos riña por no haberlo hecho. Para terminar los estudiantes del barrio cósmico (the cosmic students) realizaron una Gimkana de Selfies recorriendo los lugares más emblemáticos de Salisbury a la vez que se atiborraban a chuches, helados y hasta peluches.
Vuelta en bus y a cenar; paseo nostálgico porque visitamos nuestras casas del verano pasado… ¡qué recuerdos!. Tras la cena y la tercera oo cuarta subida del día al Barrio Cósmico bajamos al Ocean, lugar de reunión para las actividades nocturnas. Hoy: búsqueda del tesoro por todo el campus… No pararon hasta encontrarlo. Finalizaron en el Ocean intercambiando experiencias. Nuestro ligón sigue recolectando “Holas” para ver si me gana pero lo lleva claro…
Vuelta al Barrio y reunión vecinal para leche, galletas e intercambio de experiencias. Hoy el vecindario está más alteradillo porque hace mejor tiempo y de ventana a ventana se escuchan todo tipo de conversaciones. Es como un “Radio Patio” en varios idiomas predominando el inglés. A la cama. Hasta mañana, vecinos cósmicos.
Mañana nos dividimos por la mañana: yo me voy a Bournemouth para preparar la próxima aventura y el resto a clase como siempre con Arturo y Ginevra. Nos juntaremos a la hora de comer y visitaremos las dependencias del Rey Arturo. Todos sin novedad…bueno casi…uno ha perdido la llave de la habitación..igual duerme en Saturno o en alguna constelación anexa… (tranquis, que le hemos buscado sitio y mañana pedimos llave…jejeje).
Los Winchis, las Winchis adoptadas, Arturo, Ginevra y P. Dumbledore