Senda de la Peña del Águila (1417metros)
Comenzamos la mañana bien prontito, a las 08:30 ya estamos con los ojos abiertos (algunos antes para disfrutar del solsticio de verano).
Rápidamente nos bajamos a desayunar. Nos han servido pan con tomate, tostadas con mermelada y mantequilla junto a un buen vaso de leche, toda energía es poca pues hoy nos enfrentamos a un gran reto: La senda de la Peña del Águila.
Llenamos las cantimploras, nos apretamos los cordones y después de echarnos crema y ponernos la visera, comenzamos la ruta.
Salimos a las 10:00 de la mañana, apenas unos 50 metros separan el albergue de la ruta. Una vez cogido el desvío, la fila se rompe y comienzan las primeras risas, charlas y anécdotas entre amigos.
Tras una larga caminata a través del monte y de hacer varias paradas para descansar y beber agua, conseguimos llegar a la cima, al mirador del Águila. Allí pudimos almorzar para reponer fuerzas y afrontar la bajada hacia el albergue. Poco a poco se iban notando las caras de cansancio y el hambre empezaba a hacer mella.
Alrededor de las 13:30 llegamos de nuevo al albergue para dejar la mochila en las habitaciones e ir rápidamente al comedor. Todos teníamos tanta hambre que no nos importaba lo que hubiera de comer. Nos prepararon espaguetis a la carbonara y entrecot de ternera.
La tarde no ha sido mucho más tranquila, hemos continuado con actividades deportivas, tiro con arco y una dinámica de roles. Todo esto hasta las 19:00 que han tenido tiempo para ducharse y recoger la habitación antes de ir al comedor para la cena. Hoy teníamos pisto con huevo y pizza.
Acabamos el día con un “catch de flag” o como nosotros lo llamamos, atrapa la bandera. Cada uno con su linterna a intentar conquistar la bandera del equipo rival.
¡Un gran día! Mañana continuaremos con más aventura.